Las garrapatas son parásitos, insectos pertenecientes a la clase Arthropoda, que se alimentan de la sangre de otros animales, principalmente animales de sangre caliente como mamíferos, reptiles y aves. Se han identificado más de 900 especies de garrapatas, pero la más conocida es la infame «Dermacentor andrenaeformis», llamada científicamente Ctenocephalides felis, que es la garrapata común de gatos y perros.

Estos parásitos y sus picaduras son un problema importante en el mundo veterinario, ya que transmiten y propagan enfermedades, lo que exige una respuesta rápida y preventiva.

La picadura de garrapata consta de dos fases: cuando la garrapata se clava y cuando se quita. Durante la primera, la garrapata «pica» e introduce una sustancia que impide que la víctima perciba la presencia del parásito y la hace sangrar, para alimentarse. Durante la segunda fase, la garrapata libera un lote de elementos que producen alergias, entre otros problemas de salud.

Signos y síntomas de las picaduras de garrapata

Los signos más comunes de las picaduras de garrapata son la presencia del animal de riesgo alrededor de la zona, la sensación de picor en la zona afectada, la presencia de hinchazón y enrojecimiento en la zona y la posible presencia de una garrapata. Otros síntomas pueden ser náuseas, dolor articular, vómitos, fiebre o fatiga.

Diagnóstico y tratamiento de las picaduras de garrapata

Al encontrar una picadura de garrapata, es importante prestar mucha atención y retirar la garrapata inmediatamente, si es posible. A continuación, procede a desinfectar la zona, calmar el picor y tomar antibióticos si te los recomiendan. Un error frecuente es utilizar sustancias químicas o productos peligrosos, como queroseno o petróleo, para quitar la garrapata, lo que puede ser perjudicial para la víctima.

Al buscar un veterinario debes tener en cuenta que las picaduras de garrapata pueden contagiarse de diversas enfermedades, unas más peligrosas que otras, y por ello debes solicitar las vacunas y tratamientos necesarios.

Prevención de las picaduras de garrapata

La mejor medicina siempre es la prevención, y cuando se trata de picaduras de garrapata la mejor forma de actuar es evitar cualquier contacto con los parásitos, impidiendo que lleguen al huésped.

Las medidas habituales para prevenir las picaduras de garrapata incluyen elegir ropa adecuada y opaca, utilizar repelentes, comprobar si hay garrapatas en posibles zonas de riesgo, evitar zonas de hierba y salvajes y limpiar la piel de las mascotas con regularidad.

Conclusión

Cuando se trata de prevenir cualquier problema de salud asociado a las picaduras de garrapata, la mejor forma de conseguirlo es mediante la precaución y la cautela, prestando atención a todas las estrategias posibles que puedan evitar la infestación de estos parásitos.

Aunque las picaduras de garrapata provocan enfermedades graves, los casos más comunes responden a tratamientos sencillos y métodos de prevención, lo que hace que este problema sea abordable y manejable.

Siguiendo un control médico y el uso de métodos preventivos, las garrapatas pueden ser un problema de salud menor y no amenazador.

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