Los hámsteres son roedores pequeños y coloridos que se presentan en una gran variedad de razas, tamaños y colores, lo que los convierte en una de las opciones más populares entre los roedores domésticos. Muchas personas que deciden tener hámsters como mascotas aprecian su personalidad amable y entrañable, que los convierte en compañeros y miembros ideales del hogar.

Los hámsters pertenecen al orden de los mamíferos Rodentia y a la familia Cricetidae. Dentro de esta familia, hay varios géneros diferentes de hámsters, como Cricetulus, Tscherskia, Phodopus y Mesocricetus. El hámster dorado o sirio, Mesocricetus auratus, es el que se suele tener como mascota.

Características físicas y comportamiento de los hámsters

Los hámsters son corpulentos, con una cola mucho más corta que la longitud de su cuerpo. Suelen tener orejas pequeñas y peludas, patas cortas y robustas y pies anchos. El color de su espeso y largo pelaje varía de una especie a otra, y puede ir del grisáceo al marrón rojizo. Los pelos oscuros del pelaje de un hámster ayudan a aislarlo, mientras que su subpelo es suave y de color más claro.

Los hámsters suelen ser nocturnos, lo que significa que son activos por la noche y duermen durante el día. Suelen vivir entre dos y dos años y medio, según la especie y el individuo.

Alimentación y cuidados del hámster

Los hámsters son omnívoros, es decir, se alimentan de una gran variedad de alimentos de origen vegetal y animal. En la naturaleza, suelen comer semillas, insectos y otros bichos pequeños. En casa, puedes alimentar a tu hámster con comida preparada para hámster, restos de comida, verduras, fruta y pequeñas cantidades de frutos secos y otras golosinas.

También es importante proporcionar a tu hámster acceso a agua fresca todos los días, ofreciéndosela en una botella de agua sujeta al lateral de la jaula. La comida y el agua deberán reponerse todos los días, y es importante hacerlo, ya que la comida y el agua viejas pueden llenarse de bacterias y hongos.

Al menos una vez a la semana, debe realizarse una limpieza a fondo de la jaula del hámster, retirando toda la comida vieja, serrín u otro material, y sustituyéndolo por material fresco.

Interacción con tu hámster

Es importante que seas delicado al coger a tu hámster. Los hámsters son bastante asustadizos por naturaleza, así que es importante manipularlos con cuidado y ser lo más delicado posible. También es importante que tu hámster disponga de mucho espacio para correr y jugar. Proporcionarle una rueda y otros juguetes, como cajas de cartón y tubos para explorar, le mantendrá entretenido durante horas.

Conclusión

Los hámsters son una mascota estupenda para quienes buscan un compañero fácil de cuidar. Con el cariño y los cuidados adecuados, tu hámster puede ser un miembro leal y cariñoso de tu familia durante varios años.

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