Las serpientes domésticas son una elección muy común para tener como mascotas, dado que son fáciles de manipular, requieren poco espacio y suelen ser muy dóciles. Sin embargo, al igual que cualquier otra mascota, las serpientes también pueden ser susceptibles a enfermedades. Por lo tanto, conocer algunas de sus enfermedades y comprender cómo detectarlas es primordial para mantener a tu serpiente feliz y saludable.
¿Qué Enfermedades Afectan a las Serpientes?
Las enfermedades más comunes que afectan a las serpientes domésticas son la estomatitis, una infección gastrointestinal, infecciones neurológicas, agresividad y podredumbre escamosa. Algunas de estas enfermedades pueden desarrollarse lentamente, sin mostrar síntomas obvios, mientras que otras son más evidentes.
Estomatitis
La estomatitis es a menudo casi el complejo de varias enfermedades, y los signos y síntomas incluyen una decoloración del epitelio dentro de la boca, así como protuberancias blancas, hinchazones amarillas y la pérdida de la capacidad de tremer la lengua. Dado que la lengua es tan sensible, la serpiente es incapaz de contener la saliva dentro de la boca, por lo que suele salivar la boca y saliva de manera excesiva.
Infección gastrointestinal
Esta infección generalmente se produce cuando una serpiente come algo contaminado. Los síntomas más comunes son vómitos, diarrea, heces malolientes que pueden estar acompañadas de sangre o moco, apatía y falta de apetito. Esta infección generalmente se trata con antibióticos y hay varias vacunas para ayudar a prevenir el contagio.
Infecciones Neurológicas
Las infecciones neurológicas son más difíciles de identificar que las otras enfermedades comunes. Esto se debe a que los síntomas suelen ser menos perceptibles, tales como la incapacidad para darse la vuelta cuando está «panza-arriba», así como ciertos movimientos extraños como hacer «retortijones» como si hubiera perdido el equilibrio.
Agresividad
La agresividad en las serpientes domésticas es muy común, teniendo dos tipos principales de respuesta: la territorial/de defensa y la de alimentación. Por lo general, la territorial o de defensa es instintiva, mientras que la de alimentación se debe a que la serpiente está desorientada y confundida. Esta agresividad se puede tratar y superar con tiempo y paciencia, así como manipulación adecuada de su serpiente.
Podredumbre Escamosa
La podredumbre escamosa es una enfermedad grave y muy contagiosa. Comienza con una pequeña lesión o herida, seguida de la aparición de más y más llagas. A menudo, el cuerpo de la serpiente se cubre de llagas en poco tiempo. La piel de la parte inferior de la serpiente estará a menudo de color rosa a rojo, hinchada y con una herida parecida a una úlcera abierta. Para tratar esta enfermedad, se recomiendan dipterina y neomicina.
Prevención
Aunque algunas de estas enfermedades son comunes entre las serpientes, hay una serie de formas en que puedes ayudar a evitar que tu serpiente se enferme. Esto incluye alimentarle apropiadamente, mantener limpio su hábitat y evitar la exposición a parásitos. Hay tambión algunas vacunas disponibles para prevenir infecciones gastrointestinales.
Depredadores de las Serpientes
Aunque suelen evitar a los humanos, hay varios animales en la naturaleza que se alimentan de otras serpientes, como los zarigüeyas, cerdos, enjambres y tlacuaches. Estos depredadores externos también pueden contribuir a enfermedades y problemas de salud en las serpientes.
Consejos Médicos
En general, es importante familiarizarse con la lista completa de los síntomas de enfermedades en tu serpiente. Si ves algún síntoma que te preocupa, no dudes en contactar a un veterinario especializado para obtener un diagnóstico más preciso. Es importante mantener a tu serpiente feliz y saludable para garantizar la vida útil de tu mascota.
En conclusión, enfermedades como la estomatitis, infecciones gastrointestinales, infecciones neurológicas, agresividad y podredumbre escamosa son algunas de las principales que afectan a las serpientes domésticas. Estas enfermedades pueden ocasionar graves problemas de salud, por lo que es importante conocer en detalle cada síntoma a fin de prevenir cualquier problema de salud. Recomendamos siempre acudir a un veterinario especializado si hay algún síntoma preocupante.